Yadira Escobar es una cubana que ha vivido en los Estados Unidos casi toda su vida, pues su padre, Reinaldo Escobar, es un exiliado político que tuvo que abandonar su país natal junto a toda su familia en 1994, cuando ella apenas tenía 6 años.
Su familia nunca recibió ayuda de la comunidad de cubanos en Miami para enfrentar el exilio. Fue una experiencia realmente dura, pero a pesar de la pobreza a la que se enfrentaron, eso no destruyó a su familia y ella creció con dos padres amorosos que le enseñaron el arte del óleo sobre el lienzo. Además, le inculcaron el amor a Dios y la vocación política de pensar en los demás e involucrarse en los problemas de su comunidad.
Yadira ha generado constantes controversias en Miami pues ha expresado la admiración que le tiene a Fidel Castro. Por su forma de pensar ha sido acusada de comunista y agente del régimen cubano por parte por la extrema derecha; y de agente de la CIA por parte de la izquierda a causa de un programa social-demócrata de radio que transmite los lunes hacia Cuba y Latinoamérica por la onda corta (9955 kHz) por WRMI.
Ha recibido amenazas de muerte en varias oportunidades, las cuales han aumentado recientemente al hacer pública su aspiración de ser una representante al Congreso de los Estados Unidos por el distrito 25 de la Florida, donde vive. Según ella y su padre, quien la apoya en su candidatura, “en la Florida operan grupos de poder que se lucran del conflicto cubano apoyando las sanciones contra los residentes de la Isla”.
Escobar, de 32 años, ha dedicado su vida adulta a trabajar por la reconciliación entre exiliados y cubanos en la Isla. Pero su candidatura – que la coloca en camino de una colisión con el republicano Mario Díaz-Balart, el titular del distrito 25 y uno de los críticos más acérrimos de los regímenes de Cuba y Venezuela – ha molestado tanto a la derecha como a la izquierda.
En su canal de YouTube, Escobar compartió con agrado recuerdos de un libro infantil soviético que leía cuando niña en Cuba. Y algunos de sus artículos han sido publicados por medios estatales de la Isla como Cubadebate, gesto inusual, sobre todo, tratándose de una autora de Miami. También prometió en su canal ir contra el establishment de políticos cubanoamericanos republicanos cuyas ideas están aún, a su juicio, enraizadas en la Guerra Fría.
Tras la muerte de Fidel Castro, criticó a los exiliados que celebraron el hecho y defendió el legado del ex gobernante cubano y los cambios que llevó a cabo en la Isla como “mayoritariamente positivos y necesarios para proteger la soberanía de Cuba”. Escobar dijo que, si hubiera estado en Cuba en aquel momento, hubiera firmado el documento que el gobierno hizo circular con el concepto de revolución que Castro ofreció en uno de sus discursos.
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