De niños siempre soñamos con lo que vamos a ser en el futuro: ingenieros, arquitectos, científicos o médicos. Precisamente la tradición en la familia de Erik Iglesias era la medicina, pero él desde pequeño supo que lo suyo sería la música.
Nació en la occidental provincia cubana de Pinar del Rio y desde adolescente comenzó a cantar el coro de una iglesia bautista. Allí, en su provincia natal, inició su carrera artística, en el movimiento de la trova. En ese medio, presentó sus primeras composiciones como cantautor y en el 2010 pasó a formar parte de la Asociación Hermanos Saiz.
Tras mudarse a La Habana, se puso en contacto con Raúl Paz y le hizo coros en su concierto “Carnaval”. Más adelante se incorporó al grupo Hoyo Colora´o, donde se acercó a géneros bailables como la timba y el funk. Posteriormente, le hizo coros a reconocidos cantautores como David Torrens y Liuva María Hevia, hasta que se incorporó a trabajar en 2014 al grupo Interactivo, como cantante y compositor. Luego conoció al bajista Hernán Cepeda y juntos formaron una banda que pretendía hacer covers, pero desde el principio empezaron tocando temas de Erik. Así surgieron los “Boys”.
La inquietud de hacerlo todo él como solista, le rondaba por la cabeza hacía tiempo. Quería producir sus canciones y necesitaba tiempo para hacer lo que realmente le interesaba. Fue entonces cuando dejó a los “Boys” y se fue solo a Francia a crear un disco. Sin nombre aún para el grupo, comenzó a trabajar en los temas. En 2017 regresa a Cuba donde termina la producción del disco “Terapia”, que le valió el Gran Premio en la categoría Agrupación Novel, en el Festival Cuerda Viva 2018.
“Cimafunk”, nombre que tomó de la unión de las palabras cimarrón y funk, no se parece a nadie. Tiene de todo, pero a la vez es único. Hace covers, produce y compone sus propios temas. Asombra a todos por la frescura de sus canciones, las que tienen una gran influencia del funk, el soul, la trova y la rumba. Su estética retro, onda James Brown, con pantalones campanas, pelo estilo afro, manhattans y camisas de brillo, apuesta por un mestizaje sonoro que lo hace sencillamente original.
Temas como “Paciente”, “Basta”, “Me voy”, “Alabao” y “Ponte pa´ lo tuyo”, lo han catapultado al éxito y muchos son los que lo siguen. Para él, la música es un universo completo, sin fronteras. Alega que todos los géneros son válidos y que el problema está en el mensaje, en cómo se utilice.
Fue incluido en 2019 por la revista Billboard entre los 10 artistas latinos a escuchar y debutó junto a su banda en el festival SxSW de Austin (Texas, EE. UU). Luego hizo una gira que lo llevó a más de diez ciudades estadounidenses, entre ellas Boston, New Orleans, San Francisco y Miami. También se presentó en Washington DC, en Tropicalia, para un auditorio lleno de cubanos y público latino. Invitados por el senador Patrick Leahy, visitaron el capitolio y tocaron para miembros del Congreso.
Entre los galardones recibidos sobresalen el Primer lugar del concurso ‘Primera Base’ del Festival Havana World Music 2018 y el Premio de la Popularidad en la edición de los Lucas 2018.
En la XIV edición del Festival Internacional de Cine de Gibara, interpretó junto al compositor e intérprete argentino Fito Páez el tema Yo vengo a ofrecer mi corazón. En esta ocasión, el cantante argentino lo definió como una “superestrella en ascenso” y «una de las luces del futuro del continente».
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